Los datos se han convertido en herramientas imprescindibles para medir variables de todo tipo relacionadas con un negocio. Sin embargo, no todos los departamentos de una misma empresa tienen el mismo conocimiento tecnológico para interpretarlos. Esto puede provocar problemas comunicativos entre diferentes equipos, afectando a la estrategia, operativa o desarrollo del día a día de la compañía.
En este escenario cobra relevancia el traductor de datos o data translator, el profesional que actúa de puente entre las áreas más orientadas al negocio y aquellas de naturaleza más técnica con el objetivo de mejorar la interlocución entre ellas.
La importancia de esta figura surge también de la necesidad de facilitar la etapa de transición que sucede de forma natural cuando se introduce un proceso tecnológico cuya integración interdepartamental no es bien recibida por todos los miembros de una organización.
¿Cuáles son las funciones que desempeña el data translator?
El data translator es un rol que ha evolucionado a la par que los datos, cada vez más fundamentales con el paso de los años. Del científico de datos al data product manager, este especialista posee los conocimientos técnicos de estos profesionales pero cuenta con un agregado esencial: conoce perfectamente el negocio y sabe trasladar esa idea a todas las divisiones de la empresa más tecnológicas. Y viceversa, de manera que su gran faceta comunicadora también le permite expresar estos tecnicismos a los profesionales más cercanos a las áreas de negocio de forma didáctica y comprensible.
De ahí que se trate de una figura transversal en la organización que se encarga, entre otras cosas, de:
- Erigirse como coordinador: para poder dirigir con eficiencia el acercamiento entre equipos técnicos y empresariales debe ser percibido como alguien que merece ser escuchado por sus aportaciones.
- Empaparse de la cultura empresarial: antes de dirigir, sin embargo, debe observar cómo trabajan los integrantes más sénior de cada uno de estos departamentos y colaborar con ellos en los problemas que puedan aflorar. Así, el traductor de datos se prepara in situ con los distintos equipos especialistas, conociendo de primera mano su trabajo diario y qué carencias comunicativas existen y han de ser resueltas.
- Buscar la solución en los propios datos: sus conocimientos le permiten diseñar y comprobar qué acciones prioritarias están basadas en la objetividad y análisis de datos. Por ejemplo, la mejora de ciertos procesos internos o externos.
- Asistir al departamento técnico: para que encuentre la forma más didáctica y esclarecedora de presentar la información a las secciones más vinculadas a las áreas de negocio.
- Incorporar nuevas metodologías: estos perfiles híbridos aprovechan sus aptitudes y su experiencia empresarial para proponer nuevas formas y soluciones en la rutina cotidiana de la oficina.
- Formarse para formar: tanto su aprendizaje externo como el adquirido como empleado de la empresa ayudarán a transmitir su sabiduría y a ejercer de mentor a los nuevos traductores que se vayan incorporando, sobre todo al inicio de su andadura laboral.
Habilidades del traductor de datos
Normalmente, el data translator entra en juego en una fase temprana, cuando la organización en cuestión empieza a incorporar la analítica de datos. Por ello, tendrá que mostrar destreza en las siguientes áreas:
Por un lado, será un excelente comunicador que sabrá expresar el papel e importancia de los datos de forma adecuada y amena a un grupo de trabajadores no necesariamente familiarizados con ellos.
Por otro lado, adquirirá un rol similar al del project manager. Para ejercer de enlace entre departamentos de una misma empresa debe colocarse en una posición central en la cual su capacidad de gestión -y hacerlo con metodologías innovadoras- será una habilidad clave. Además, estará familiarizado con el negocio, y por supuesto, con los modelos de datos que pueden ser aplicados a varias áreas y contextos de este, por lo que el conocimiento sobre la analítica de datos es fundamental.