En estos meses hemos sido testigos (por fin) de la movilización de la sociedad civil española para protestar, no sólo por la crisis económica, sino por la crisis ética que la ha originado.
Se ha culpado a políticos y grandes empresas. Sin duda, han tenido parte importante en el problema y es nuestro derecho y nuestra obligación señalar sus desmanes, poner en evidencia a los culpables y si hace falta manifestarse para que la ciudadanía tome conciencia del problema.
Pero no hay que olvidar que cada uno de nosotros somos igualmente culpables o al menos cómplices de la situación en que nos encontramos. Hemos firmado hipotecas avaladas por dinero que no teníamos, incurrido en gastos innecesarios, votado a políticos corruptos, aguantado incumplimiento de promesas electorales, consentido abusos de empresas… en fin, que hemos mantenido el sistema porque estábamos cómodos en él y no hemos salido a la calle a protestar hasta que el problema se ha hecho tan grande que casi nos ha ahogado.
Sí. Yo también he sido parte del problema
Pero… ¿puedo ser parte de la solución?
Es decir ¿puedo hacer algo yo para ayudar al país a salir de la crisis?
Si cada uno de nosotros, como personas, profesionales y pequeños empresarios, cada uno en la medida de sus capacidades, cada uno empleando parte de su energía no sólo en quejarse sino también en aportar y contribuir a acelerar la mejora de la competitividad de nuestro país para salir lo antes posible del actual entorno para resolver la crisis, entre todos podemos generar un enorme impacto.
No hace falta que sean muchas ni grandes cosas. Un poco de muchos es muchísimo. Es la manera de hacer las cosas en internet: crowdsourcing de la sociedad civil para aportar soluciones prácticas a la crisis.
Y si nos lo ponemos como propósito en firme, y lo decimos, posteamos, tuiteamos y publicamos, podemos crear una corriente, una plataforma de acción positiva.
Nosotros queremos comprometernos a aportar para la solución. Y para que quede constancia de nuestro compromiso, publicamos en nuestro blog nuestros pequeños propósitos personales como empresarios del ISDI, al margen de nuestra actividad empresarial, durante este año 2011 y 2012:
Pagaremos a nuestros proveedores en menos de 15 días al recibo de la factura o al término del servicio.
La caja es la sangre de las PYMES. Es vergonzante (e ilegal) que la administración pública y grandes empresas, tengan o no tengan liquidez, paguen a los proveedores mal y tarde por un trabajo ya realizado. Esto origina un efecto bola de nieve que obliga a las PYMEs a diferir sus pagos a otras PYMEs, y finalmente a que todos entren en una financiación con intereses por parte de los bancos. Si todos los que pueden pagaran a nuestros proveedores en plazos razonables se reduciría la deuda global y por tanto los costes financieros.
Invertiremos un porcentaje de nuestro beneficio en start ups de terceras personas.
Hay mucho talento en los futuros emprendedores españoles. La falta de financiación es una de las causas por la que no se crean más empresas nuevas. Si en vez de especular con el ladrillo o la bolsa, invirtiéramos cada año parte del modesto beneficio de las empresas y de los particulares en creación de nuevas empresas, estaríamos generando riqueza real y futuro estratégico para nuestro país.
Con esta iniciativa no pretendemos que nadie nos siga o que de hacerlo adopte estas mismas medidas. Cada uno tiene en su mano sus propias palancas. Pero nos gustaría que cada uno se concienciara de que la acción individual de empresas e individuos es clave y tomara las acciones a su alcance para ser parte de la solución.