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¿Cuál es la definición de cultura empresarial?
La cultura empresarial es un término comúnmente asociado al departamento de recursos humanos que, de unos años a esta parte, se ha convertido en un concepto imprescindible en cualquier organización.
La cultura empresarial o cultura corporativa hace referencia a todos los valores, creencias, pensamientos o acciones que han de compartir las personas que forman parte de una misma entidad. Este concepto define la personalidad de una empresa y el ideario que la conforma. Se trata del alma y de la estructura de valores que la hace única frente a otras compañías.
Son varios los elementos que forman parte de la cultura corporativa y que se repiten de forma continua en las empresas. Las creencias, los valores, la ideología, los símbolos o los rituales son partes que deberán ser definidas para crear de forma eficaz la cultura empresarial.
Misión, visión y valores de una empresa
Los elementos claves de cualquier cultura corporativa son la misión, la visión y los valores. Estos tres conceptos suponen los pilares en los que se fundamenta una empresa.
Misión de una empresa
La misión empresarial define la razón de ser de esta. Este concepto responde a preguntas como “¿quiénes somos?”, “¿a quién nos dirigimos?”, y cuál es la propuesta de valor de una organización. Con un análisis previo, dentro de la misión se marcarían las fortalezas y debilidades de la compañía.
Visión de una empresa
En segundo lugar, encontramos la visión de la empresa. Esta característica indica el objetivo hacia el que se dirige una entidad y las metas que se quieren alcanzar.
Valores de una empresa
Por último, los valores de una empresa como son la ética, las creencias y la forma en la que actúa una empresa, se centran en la forma de actuar de la empresa y siempre tienen en cuenta que deben ser realistas.
Cuestiones como la ecología, la honestidad o la autogestión, son algunos ejemplos de valores de empresa que se pueden implementar.
¿Qué beneficios se obtienen de establecer una buena cultura empresarial?
Más allá de que una buena cultura empresarial sirva como firma o identificación para una compañía, su implantación tiene múltiples beneficios de forma interna y externa:
- Permite que la empresa se adapte y realice cambios de una forma mucho más ágil.
- Consigue que se puedan focalizar tareas incrementando la productividad de la organización.
- Ayuda a contar con una mayor retención del talento, puesto que se genera un equipo de trabajo sólido y con opciones de crecimiento.
- Mejora del clima de trabajo y aumento del rendimiento de los empleados.
¿Existen diferentes tipos de cultura empresarial?
Como es lógico, cada empresa tiene su propia personalidad y, por lo tanto, su propia cultura corporativa o empresarial. Aunque podríamos decir que cada empresa cuenta con sus particularidades que la hacen única, es posible hacer una división de cuatro tipos de culturas en la que enmarcar las diferentes vertientes que existen actualmente:
- Cultura autoritaria. En este caso, el reparto de poder de la empresa está establecido de manera jerárquica en una pirámide de poder. Es un modelo más clásico y que suele funcionar peor.
- Cultura burocrática. Este tipo de cultura está basada en un libro de métodos que se aplican al funcionamiento de la empresa de forma fiel. Es muy útil para casos en los que es necesario organizar una entidad caótica, pero resulta muy poco práctica a la hora de intentar evolucionar y cambiar la forma de trabajo para adaptarse a nuevas necesidades.
- Cultura por objetivos. En la cultura por objetivos, lo que la empresa busca es la consecución de metas, priorizando en ellas para ser más competitiva y efectiva. Más allá de las personas, en esta tipología priman los resultados.
- Cultura por motivación. Algunas personas asocian esta cultura empresarial a una derivación de la anterior, con la importante diferencia de que en este caso el objetivo es que los trabajadores se encuentren motivados y felices dentro de la empresa. En la cultura por motivación, la compañía se basa en el hecho de que cuanto mejor se encuentren los empleados, mejores resultados se obtendrán.
Actualmente, el talento se siente atraído por aquellas empresas que cuentan con valores empresariales bien definidos y con semejanzas a sus valores como persona, por lo que disponer de un buen ambiente de trabajo y una idónea cultura corporativa permitirá captar y retener talento.