Desde el principio la televisión ha sido considerada un medio social -recordemos cómo las familias se sentaban en el sofá a consumirla sin importarles la programación, sólo con el objetivo de hacerlo acompañados para compartir tiempo y opiniones-, sin embargo lo que sí ha cambiado ha sido la tecnología. Gracias a ella hacerse oír es más fácil y podemos disfrutar de una experiencia mucho más completa, enriquecedora e interactiva.
Es así como nace la televisión social o Social TV: una forma diferente de consumo, más participativa, donde el usuario se convierte en algo más que en un simple consumidor de contenido. Hablamos de una tecnología que fomenta la interactividad entre espectadores que, normalmente, se encuentran visionando un mismo contenido. De esta manera, se busca establecer relaciones entre usuarios entorno al medio televisivo y obtener recomendaciones entre los consumidores.
Según un estudio publicado en 2014, el 51% de los espectadores en España hace multitasking cuando ve la televisión, es decir, prestan atención y consumen contenidos a través de varios dispositivos y casi siempre con una finalidad social. Este es el resultado de la popularización de la segunda pantalla, que en la mayoría de los casos son smartphones (el 60%), seguidos de los ordenadores y tablets.
Para que la estrategia de Social TV sea efectiva es necesario el uso de tecnologías que permitan la interacción y la navegación simultánea en internet mientras se consume el contenido, estamos hablando, por ejemplo, de los SmartTV, además de los Smartphones, PC y tablets. También los perfiles sociales juegan un papel fundamental ya que es aquí donde se creará esa comunicación respecto al contenido. De esta realidad aparece el concepto de Backchannel que usamos para referirnos a todo aquello que tiene lugar detrás del canal de tv; es la participación espontánea del usuario que comenta en tiempo real lo que está pasando en una determinada emisión. Este “ruido social” es muy importante en este tipo de estrategias porque permite monitorizar esos comentarios y sacar conclusiones. Por ejemplo, mediante el hashtag #GraciasSara se creó una conversación paralela en twitter mencionando las meteduras de pata de la periodista durante la retransmisión de los partidos.
¿Cuáles son las oportunidades que ofrece esta revolución tecnológica? Pues bien, la televisión social o Social TV es considerada una buena herramienta de engagement, ya que permite enganchar al usuario durante la emisión del contenido. También, permite conectar de nuevo al usuario con la televisión como medio principal de consumo y además poder interactuar mediante otras plataformas como canal alternativo. Por otro lado, supone una oportunidad de mercado para establecer métricas y darse cuenta de qué es lo que más valora el usuario. Si este no está de acuerdo con la calidad del contenido generará ruido y mostrará su rechazo pudiendo provocar la cancelación de la emisión.
Noche tras noche, hashtags como #Supervivientes, #MasterChef o #LaSextaNoche se sitúan entre los temas más comentados en Twitter. Las propias cadenas han detectado el filón de la audiencia internauta y a menudo sugieren, mediante un texto ubicado en una esquina izquierda de la pantalla, hashtags asociados a sus espacios. Además, una vez reconocido el potencial publicitario y mediático de los canales sociales, las distintas cadenas de TV han ido lanzando sus propias apps para iOS o Android con el objetivo de satisfacer a su público haciéndoles partícipes de su actividad.
Para finalizar, hay que destacar que el fenómeno de la comunicación está en pleno crecimiento y, por supuesto, no exento de riesgos. Como sabemos, existen muchos tipos de críticas, desde agresivas y muy groseras hasta razonadas y bien explicadas. Ante esta situación es necesario saber escuchar a la gente pero siempre manteniendo la filosofía y valores de la cadena.