La mayoría del mundo está ya abierto a los viajeros, así que queremos recordártelo: deberías cogerte vacaciones. Y cuando lo hagas, aprovéchalas al máximo. El primer paso es decidir cuánto tiempo puedes coger: ¿puedes escaparte una temporada o sólo tienes unos días?
Para descansos más cortos
Incluso un día libre puede marcar la diferencia
Los trastornos provocados por la pandemia hicieron difícil (o imposible) planificar un viaje largo. No obstante, tampoco hay que descartar la posibilidad de tomarse simplemente un día para uno mismo: un fin de semana largo o un respiro a mitad de la semana también ayudan a recargar las pilas. Programa estos días con antelación, si puedes, para no seguir posponiéndolos.
Combina el autocuidado con las obligaciones personales
En los días libres, piensa en dedicar la mitad del día a ti mismo y la otra parte a otras obligaciones. Puedes hacer algo sólo para ti, como ir de excursión o dar un largo paseo en bicicleta, o planificar un tiempo con tu pareja o amigos y hacer algo juntos. Un día de descanso te puede ayudar tanto a reforzar una relación tanto como a despejar la cabeza.
Si el tiempo es escaso, aprovecha el resto del día para tachar algunas cosas de tu lista de pendientes. Tener una lista de tareas pendientes en casa puede hacer que recuerdes constantemente tanto tus responsabilidades como el hecho de que no las estás cumpliendo. Ocuparte de algunas de estas tareas puede mejorar tu vida diaria en casa: limpia un armario o la nevera; revisa la ropa de los niños, haz algún trabajo de jardinería o arregla un grifo que gotea. Y recuerda limitar tu día a las actividades personales y sociales: el trabajo puede esperar.
Para escapadas más largas
Planifica las vacaciones con la mayor antelación posible
Siempre que sea posible, programa tus vacaciones con bastante antelación. Las investigaciones han demostrado que uno piensa en las cosas de forma más abstracta cuando están alejadas en el tiempo. En otras palabras, cuanto más cerca estén las vacaciones planificadas, más reales parecerán todos sus retos logísticos y menos probable será que decidas tomarlas.
Si planificas con mucha antelación, podrás centrarte en lo general, como lo mucho que vas a disfrutar de las vacaciones. Así, cuando se acerque el viaje, empezarás a pensar en la logística.
Cógete al menos una semana
Tomarse al menos una semana de vacaciones es importante ya que, a menudo, se necesitan uno o dos días para dejar de pensar en el e-mail y demás responsabilidades. Al estar fuera del trabajo un tiempo tienes varios días en los que te aseguras que al día siguiente sigues de vacaciones. Simplemente este hecho te permite relajarte, sabiendo que el final de las vacaciones no es inminente.
Si puedes, sal de casa
Haz todo lo posible por escapar de casa –y de todas las demás responsabilidades que puedas– durante tu tiempo libre. Es importante tener un momento en el que no tengas que tomar demasiadas decisiones. Salir de casa ayuda, aunque sea a un hotel cercano: las estancias no son caras pero te dejan rodeado de recuerdos de todas tus responsabilidades del año laboral.
Cuando no te vas, convertirás tu casa en tu espacio de trabajo Empezarás a ver zonas de tu casa o apartamento que necesitan ser limpiadas o reparadas. Tu entorno influye en lo que extraes de la memoria, así que lo que no está a la vista está, literalmente, fuera de la mente. La distancia física te ayudará a pensar en el trabajo y en otras responsabilidades de forma abstracta y no específica.
Reduce el uso del teléfono
Crea tu agenda de viaje en papel en lugar de tenerla en tu teléfono para minimizar el número de veces que te relacionas con la tecnología. Esto reducirá la tentación de consultar los correos electrónicos del trabajo o los canales de Slack. Si tienes el teléfono a mano, apaga todas las notificaciones relacionadas con el trabajo antes de salir. Algunas personas eliminan las aplicaciones relacionadas con el trabajo de su teléfono antes de irse de vacaciones.
Controla las expectativas
También es importante gestionar las expectativas que tienen los demás de ti mientras estás de vacaciones. Crear un límite claro en torno al tiempo personal es necesario para sentirte con energía. Informa a tus compañeros de que estarás fuera y de cuándo volverás. Configura una respuesta automática en tu cuenta de correo electrónico que indique que estás fuera de la oficina y que no vas a revisar los mensajes hasta tu regreso.
Ya sea un viaje largo o un break, comprométete con tu tiempo libre
Tras dos años de tanta perturbación, tristeza y ansiedad, tomarse un tiempo libre del trabajo y de las responsabilidades es verdaderamente importante. Una vez que hayas dado el paso a tomar la decisión de irte de viaje o incluso de cogerte un día libre, planifica bien tu tiempo libre para maximizar los beneficios de este descanso. Y admitámoslo: a todos nos vendría bien todo el descanso que podamos obtener en este momento.