Las reglas del juego han cambiado. La súper digitalización que estamos viviendo este 2020 nos está obligando a redefinir todos nuestros hábitos, como consumidores, como ciudadanos o como seres humanos. En el ámbito profesional, existen dos aspectos en los que todas estas transformaciones son drásticas: el trabajo y la formación -formación que viene precisamente a solucionar los profundos cambios que necesitan la mayoría de profesiones y profesionales-. Una educación, eminentemente práctica y digital que, además, ha evolucionado con éxito hacia el entorno online.
En ese sentido, 2020 es un año claramente bisagra. Hasta hoy, prácticamente cualquier persona percibía la educación a distancia como:
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Una versión reducida y pobre de la enseñanza presencial
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Un modelo incompleto, simplemente más barato
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Clases en vídeo consumibles a demanda
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Una formación impersonal, aburrida y deshumanizada
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Educación en la que no es posible establecer amistades y networking profesional
Formación online, más interactiva, innovadora y creativa
Escuelas como ISDI llevan años demostrando a miles de profesionales que la formación a distancia es tan rica como la presencial y tiene, además, ventajas propias derivadas de su formato. “Si nuestro trabajo se puede hacer online, y en muchas ocasiones con mayor productividad, señal de que también se puede aprender online, de la misma o mejor manera que presencialmente”, explica Rodrigo Miranda, director de la escuela. “Las herramientas están ahí al alcance de todos. Hoy es posible replicar o mejorar la interacción que te da el método presencial. Y la formación en ISDI es prueba de ello”.
La irrupción de la Covid-19 y la necesidad de confinarse obligó a miles de escuelas en todo el mundo a pasarse a la enseñanza en remoto, una vertiente de la educación que requiere una serie de acciones que sobrevuelan más allá del mero hecho de conseguir una plataforma de videollamadas y un par de funcionalidades para reuniones online.
La educación online, en realidad, es mucho más compleja, implica más tiempo y esfuerzo tanto para los alumnos como para los equipos de operaciones de las escuelas y universidades, pero si el resultado es satisfactorio, les ofrece más oportunidades de contenido, mejores herramientas y entregas de mayor calidad que simplemente asistir a una clase.
“Hoy disponemos de talleres real time, podemos crear plataformas colaborativas en grupos, enriquecer la clase con capas interactivas y audiovisuales espectaculares, etc. Igual que nuestro trabajo se puede realizar online, también se puede aprender online porque existen muchas herramientas de comunicación e interacción en la red”.
El mito de que las clases en línea son aburridas también ha sido desmentido. De hecho, se ha destacado por ser quizás una forma educativa mucho más interactiva, audaz y armónica. La inspiración, originalidad y creatividad de profesores e instituciones como ISDI ha despegado para ofrecer experiencias que enganchan a los alumnos con más cercanía y más innovación que lo que podría experimentarse al estar todos en una gran aula.
Por otro lado, es el mundo que los estudiantes se van a encontrar ahí fuera. Una realidad en la que el teletrabajo se asienta y en la que es clave cuanto antes aprender a desenvolverse en ecosistemas virtuales. Y no hay mejor manera de hacerlo que en un entorno seguro.
Descubre todos los programas online o blended de ISDI, una educación online y espectacularmente interactiva que ha ganado este año un premio en los Digital Skills Awards Spain 2020.