Las reglas están para romperse, así lo demostró Nespresso, un caso de éxito y de innovación disruptiva que dio lugar a una auténtica revolución.
Sin embargo, el camino a la revolución de las cápsulas no fue especialmente fácil y es que, aunque ahora estemos más que acostumbrados a ver a George Clooney tomando su café Nespresso, al principio esta marca tuvo que hacer frente a una serie de obstáculos para llegar a lo que hoy conocemos de ella.
Nespresso y su lucha contra viento y marea
Cuando Nestle compró la patente en los años 70 a uno de sus competidores nunca se imaginó que encontraría tantas dificultades en el desarrollo de la idea. El principal problema residía en proponer un modelo de negocio radicalmente distinto al conocido hasta entonces en la compañía, ya que Nestle estaba acostumbrado a comercializar un producto bien conocido entre la marca y comercializado en los supermercados, y esto chocaba con la idea que tenían de Nespresso, donde el producto iba a ser diferente (cafetera y cápsulas) y donde asaltaban las dudas sobre la forma de distribuirlo.
Para que no chocará esta nueva idea de negocio dentro de la propia empresa, se propuso que Nespresso constituyera una empresa separada del gigante suizo. Aun así, el proyecto no terminaba de arrancar.
La lucha por lo diferente
Todo lo nuevo desconcierta, los cambios asustan y eso es lo que vivió Nestlé con Nespresso. Seguramente asocies la estrategia de Nespresso a la que ha utilizado Apple y es que con Nespresso el cliente no sólo compraba un producto si no que se casaba con la marca en el momento que daba el sí quiero a una cafetera de la marca, ya que una vez que comprabas la inconfundible cafetera estabas obligado a consumir sus cápsulas exclusivas.
El objetivo final de esta marca era lograr alcanzar beneficios de las cápsulas y no tanto de las cafeteras. Sin duda, Nespresso marcaba la diferencia, pero esta innovadora propuesta paró el proyecto al ser considerado arriesgado por los diversos estudios de mercado.
Victoria para Nespresso
Para terminar con las críticas poco constructivas y muy destructivas, y así lanzarse al estrellato, Nespresso salió de las garras de la negatividad incorporando al proyecto a Yannick Lang, un joven directivo que convenció a la compañía de crear un enfoque diferente en la distribución. La idea fue la de ofrecer una distribución exclusiva a través de puntos de venta propios, unas tiendas que destilaban lujo, situadas en sitios selectos.
Estos puntos de distribución, sin duda, fueron un factor relevante para el éxito de la compañía pero también ayudó a ello una serie de factores más:
- El diseño de la cafetera caracterizada por tener una estética atractiva con una funcionalidad potente. Además de ser de fácil manejo y mantenimiento.
- La cafetera contaba con una variada gama de precios, haciéndola asequible para cualquier segmento de la sociedad.
- El enfoque acertado de la marca hacia el producto: un café igual de bueno que los que tomas en las cafeterías pero en la comodidad de tu hogar.
- Y por último, las acertadas y masivas campañas de publicidad que engranaban perfectamente los valores de la nueva marca.
A veces romper con lo habitual y contemplar la vida empresarial bajo otro prisma es la clave de la oportunidad y el éxito. Si tienes un eCommerce o cuentas con una idea y quieres desarrollarla pero no sabes bien cómo, te animamos a que la lleves a cabo con el apoyo y la formación que te puede ofrecer nuestro Máster Internet Business – MIB.