Si ya has logrado el primer paso y tienes un producto innovador y disruptivo para ofrecer a tu mercado, no bastará con esperar a que los clientes lleguen a ti por arte de magia. Para acercarte a tus posibles leads, lo mejor es tener una estrategia de producto que cuente, no solo con las 4 Ps (producto, precio, punto de venta y publicidad), sino también con una visión a futuro sobre los posibles cambios que puedan surgir.
Crear una estrategia de producto sólida implica siempre tener en mente las cualidades del producto, los problemas que este resuelve, su factor de diferenciación, quién quisiera comprarlo y si el producto podría evolucionar en el futuro. Pero además se necesitan algunos elementos clave que te ayudarán a plantearla de mejor manera:
- Pasión y entusiasmo por tu producto
¿Realmente sientes pasión por lo que estás vendiendo? ¿Crees en ello? Tener una visión de alto nivel sobre tu producto es una de las partes fundamentales que necesitas antes de comenzar a elaborar una estrategia exitosa.
Compartir con inversionistas, desarrolladores y otros colaboradores tu pasión sobre el producto que tienes en las manos es fundamental. Con ella podrás establecer una meta hacia donde llevar tu producto y todas las personas involucradas en tu estrategia estarán en sintonía con ella, facilitando la toma de decisiones y enfocándose hacia las acciones adecuadas.
- Perfecto entendimiento de tus consumidores
Entre los pilares básicos para crear una estrategia de producto infalible, tus consumidores son fundamentales. Acercarte a ellos y conocerlos es un must, pues no basta con hacer una investigación de mercado y planear de acuerdo con estadísticas.
Para comprender las necesidades de tus usuarios, crea un focus group, platica con ellos y haz una investigación con personas reales que estén dentro de tus objetivos de ventas. Esto también te ayudará a crear un buyer persona más objetivo, lo cual será muy importante cuando más adelante tengas que armar el túnel de conversión.
- Flexibilidad y adaptación
Antes de comenzar tu estrategia de producto, debes tener en mente que deberás adaptarla a múltiples versiones de acuerdo con tu audiencia y su contexto, así como en las propias metas del producto a corto, mediano y largo plazo.
De igual forma, esta cualidad deberá estar presente en todo momento en la mente de tu equipo, pues el aprendizaje sobre tus consumidores, los usos de tu producto y el contexto en el que se desarrollará serán constantes. La adaptación a estos factores será fundamental para el rediseño de la estrategia en caso de que se requiera.
- Evaluación de tus competidores
No solo se trata de enfocar tus esfuerzos hacia tus usuarios, sino de tener en la mira todos los aspectos a tu alrededor, entre ellos tu competencia. Piensa en por qué estás desarrollando ese producto y por qué se puede convertir en un gran asset.
Si tu competencia está haciendo lo mismo, ¿tu empresa está presentando algo que realmente lo diferencia de todo lo que ya hay en el mercado? ¿Estás aportando mejoras a algo que ya tenía un uso común? ¿Cómo estás revolucionando a la industria?
Conocer la respuesta de estas preguntas es la mejor forma de saber si estás aportando valor a tu mercado e identificar las fortalezas de tu producto para aprovecharlas ante tus competidores. Asimismo, esto te dará una visión más amplia sobre los objetivos de tus rivales y cómo obtener un pedazo del mercado.
- Objetivos claros
Poseer una visión amplia de tu producto y en dónde lo ves posicionado no basta para tener una estrategia fuerte; es necesario delimitar y especificar objetivos que quieres que tu producto cumpla.
Esto implica la estructuración de un camino de milestones que se deberán cumplir de acuerdo con los lapsos que establezcas, así como el establecimiento de las métricas que emplearás para comprobar que estos objetivos se están logrando. Con ello podrás contrastar los resultados y saber si vas por el camino correcto o si debes hacer ajustes.
Al mismo tiempo, deberás tener en cuenta que este mapa deberá estar organizado de manera que tengas claras las prioridades de cada etapa. De esta manera podrás plantear de mejor forma el crecimiento de tu producto y sus cambios y adaptaciones a futuro.