Por Fabián Lira (redacción ISDI)
Es muy común, especialmente en la actualidad que las empresas culpen al marketing cuando las cosas van mal en el negocio, concibiéndole como un acto mágico diseñado para solucionar los problemas de ventas y generales de marca que puedan existir, y la realidad no puede estar más alejada de esto.
Si bien es cierto -como en todo-, siempre existe un rango para mejorar, hacer ajustes y aprender de los errores, aun así, no significa que una campaña de marketing siempre deba ser responsable de sacar a flote un negocio. Existen casos en los que así es, pero no siempre es de esta manera.
Para poder identificar factores importantes que debes considerar antes de responsabilizar al marketing por los problemas de tu compañía, te damos algunos elementos que deberías considerar:
1. Manejo del negocio
Algunos dueños o cabezas de negocios pueden parecer altamente cualificados por sus credenciales, estudios y background laboral; sin embargo, OJO, no por eso significa que tienen los skills necesario para dirigir o manejar un negocio. Ciertos conocimientos no te los da haber estudiando una maestría o haber tenido varios trabajos importantes en empresas reconocidas. Es imperativo contar con habilidades básicas como saber cómo establecer un presupuesto, cómo diseñar un modelo y estrategia de negocio, saber leer e interpretar un estado de pérdidas y ganancias, administrar el flujo de efectivo, establecer precios para obtener ganancias, tener un dominio administrativo, así como liderazgo y poder de decisión frío bajo presión. Algunas veces reconocer que tenemos problemas en esta área y buscar ayuda o prepararnos puede ser mucho más beneficioso que culpar a una campaña de marketing y seguir invirtiendo erróneamente los recursos.
2. El equipo correcto
Tener al talento adecuado en las posiciones correctas es clave. Uno de los grandes errores que empresas y especialmente emprendedores o negocios jóvenes cometen es el comprometerse y mantener a las personas incorrectas por demasiado tiempo. Desde familiares, amigos o gente cercana. Tómate tu tiempo para contratar a tu personal, es mejor tardar pero hallar a las personas correctas, que apresurarte en contratar a alguien que resultará problemático y nada eficiente, resultando en más perdidas que ganancias en tiempo y dinero.
Si tienes miembros de un equipo que causan problemas, son conflictivos y crean un ambiente no adecuado para la organización, eso también daña los resultados y baja la moral general de los equipos, independientemente de los resultados que generen -que frecuentemente tampoco son los mejores-, ese tipo de personas deben ser sustituidas rápidamente.
En ocasiones puede también tratarse simplemente de tener el talento correcto en posiciones incorrectas. Como líder debes estar atento e identificar estas posibles piezas fuera de lugar, muchas veces una reubicación del talento puede hacer toda la diferencia ya sea por los skills o conocimientos de la persona, o simplemente por un tema de reto o ya bien, sentirse mejor y más funcional en otro equipo y con otro manager.
3. ¿Realmente tu producto es algo que la gente quiere o necesita?
Es una pregunta dura y complicada que nadie quiere responderse. Los fundadores de emprendimientos o líderes de negocio, generalmente tienen la camisa mega puesta y el convencimiento fehaciente de que su producto o servicio es lo mejor del mundo, sin embargo, si las cosas no están funcionando y no hay ventas, puede que no sea realmente tan increíble ni tan necesario o atractivo como piensas. Probar tu producto, hacer estudios de mercado e investigaciones es básico cuando estás pasando por una crisis, y una excelente forma de invertir dinero; esto te permitirá realmente tener una visión de dónde se encuentra el posicionamiento de tu producto dentro del gusto, necesidades y prioridades de la gente y target, para con base en esta data, poder tomar decisiones difíciles que pueden ayudarte a darle la vuelta a tu negocio para salvarlo o definitivamente buscar otro camino. Dicha data al final podría incluso ser de mucha utilidad para tu equipo de ventas y campaña de marketing, mucho más que cualquier decisión basada en un feeling, corazonada o aquello que hace tu competencia.
4. La importancia de la experiencia
Todo dinero y recursos que inviertas en marketing, no importarán si no ofreces un buen user experience, incluso podría ser contraproducente. Antes de invertir en marketing debes invertir en asegurar que la experiencia de tus clientes sea más que impecable garantizando su satisfacción absoluta. Sí, en estos tiempos es complicado poder complacer a todos, sin embargo, es imperativo tratar de hacerlo, cada caso que resulte negativo puede afectar la reputación de tu marca de formas impensables, sobre todo con lo fácil que ahora resultar volcar y amplificar opiniones a través de las redes sociales. Desde el talento encargado del user experience, pasando por el customer journey y hasta los controles de calidad, todos los elementos cuentan.
5. Sé estratégico
No sirve de nada invertir recursos si no tienes una estrategia de marketing adecuada a las necesidades y metas, alineada al plan y modelo de negocio. En esto contar con data no solo del mercado y la calidad de tu producto/servicio como ya lo mencionamos, será fundamental, es importante contar con data de tu target, y de los resultados obtenidos tras los esfuerzos previamente ejecutados. Esto te ayudará a tomar decisiones más específicas y mucho mejor informado.