Controlar lo que vemos, escuchamos y leemos representa más que nunca además de varias oportunidades, un reto para la formación continua y el desarrollo ejecutivo.
De acuerdo con un estudio de The Chief Learning Officer – Business Intelligence Board, sólo el 25 % de las organizaciones involucran a sus colaboradores en la definición detallada de los conocimientos, habilidades y competencias que desarrollarán.
Por otro lado, un estudio realizado por Human Capital Media Research Advisory Group, mostró que los líderes y directivos tienen en la mayoría de los casos el control final sobre la toma de decisiones.
Para crear un ecosistema de aprendizaje que permita personalizar la experiencia de los empleados es necesario invertir en plataformas que permitan que el conocimiento llegue de forma mucho más inmediata y en las condiciones óptimas para su aprovechamiento. Todos criterios en los que aún en México se está en pañales.
El uso de tecnologías como el machine learning y la inteligencia artificial, permiten cada vez más personalizar el aprendizaje, por lo que es prioritario en los nuevos negocios, permitirse invertir en tecnologías que impulsen el desarrollo y la obtención de conocimientos y competencias de acuerdo con las funciones, perfiles, intereses y necesidades de los miembros de una empresa, sin importar su jerarquía o antigüedad.
Ante este panorama y evidente necesidad, ¿qué acciones podemos tomar para crear un cambio que impacte nuestro negocio?
Algunas empresas en Estados Unidos están otorgando a sus empleados hasta 3 mil dólares anualmente para que lo inviertan en cursos, programas, diplomados o herramientas que les permitan adquirir una formación formal avanzada de su interés, con el fin de mejorar sus funciones en la compañía, lo que reditúa además considerablemente al tener un personal mucho más capacitado y actualizado.
Otras organizaciones permiten a sus empleados usar hasta 10 % de su tiempo laboral para involucrarse en programas de libre elección, con el fin de adquirir nuevos conocimientos, competencias y habilidades que benefician a ambas partes.
Empresas como IBM han optado más por crear políticas para la atracción y desarrollo de talento, con lo que más allá de tomar en cuentas las ‘credenciales’ (grados académicos) de las personas, se enfocan en las habilidades y competencias que han desarrollado o son capaces de desarrollar de manera personal para funciones puntuales.
La demanda, la competencia y la evolución acelerada del mundo y del mercado de negocios y digital no nos da tregua, y hay que buscar la manera de mantenernos actualizadas. Hoy más que nunca resulta una necesidad imperante que muchas empresas están notando no es solo responsabilidad de sus empleados, sino de ellos mismos, para no solo obtener elementos preparados, sino para crear a los visionarios del mañana que ayudarán a llevar sus negocios a otro nivel.