Por Redacción ISDI
Hemos abordado en numerosas piezas el crecimiento acelerado del comercio electrónico y aun no logramos dimensionar la evolución que tomará, pues continuamente sigue sorprendiéndonos con la manera en la que está remodelando el comportamiento de usuarios, consumidores y negocios.
Una reciente encuesta del sitio PYMNTS reveló que casi el 36% de los consumidores en Estados Unidos compran productos minoristas en línea, en comparación con el 29% de mediados de abril cuando la mayoría de las tiendas se encontraban cerradas.
De igual forma el consumo en línea de alimentos y pedidos a restaurantes ha crecido más que cuando estaba en pleno la pandemia pasando de un 13 a un 21%.
Si las proyecciones de los especialistas son acertadas, se espera el regreso a la normalidad -inicialmente pronosticada para septiembre 2020- en febrero de 2021, por lo que estas cifras lejos de reducirse podrían permanecer en estos niveles o incluso elevarse considerablemente.
Con más consumidores comprando en línea, la diferencia entre las marcas se hace más evidente, por ello se hace más claro que la demanda digital no va a parar, y las empresas necesitan urgentemente digitalizarse e implementar las medidas necesarias para poder solventar las necesidades de sus clientes actuales y potenciales.
Un claro ejemplo es Target, líder en transformación digital por muchos años, actualmente se encuentra expandiendo su negocio de comestibles para poder satisfacer la demanda de sus clientes digitales que incrementó en un 141% tan solo durante el primer trimestre del año.
Para lograr este tipo de éxito es fundamental tener en cuenta la importancia de crear una experiencia digital de alta calidad, al tiempo que se reducen los costos y se optimizan los procesos de customer service, entrega y demanda.
Es importante no confiarnos pues no porque algunos comercios y restaurantes estén comenzando a reabrir en algunas ciudades del mundo, significa que el consumo en línea va a disminuir su crecimiento. La tendencia muestra todo lo contrario, previendo que el e-commerce seguirá creciendo a pasos agigantados.
El reto ahora es encontrar la manera de mejorar a través de la transformación digital los procesos de venta en línea y en tienda física, la evolución natural sería crear una experiencia de continuidad disímil en ambos sitios, y ya hay quienes están trabajando en ello.