En un momento en el tiempo en el que la automatización podríamos pensar domina la fuerza de trabajo, una crisis mundial ha hecho replantear todas las aristas que comprende el delicado engranaje en los procesos de trabajo y producción.
“La fabricación, tal como la conocemos, no está del todo muerta, pero lo estará pronto”, asegura Amar Hanspal, CEO de Bright Machines (compañía de software y robótica centrada en automatización para la industria de fabricación de productos electrónicos), en una pieza publicada por el World Economic Forum. “Estamos en la cúspide de una gran transformación donde las tareas clásicas de los trabajadores en una fábrica pronto serán digitalizadas y administradas por robots y softwares inteligentes”, añade.
Para bien o para mal, la situación derivada de la pandemia por COVID-19 irremediablemente nos proyectará a una revolución tanto social como industrial y tecnológica. Para los especialistas lo preocupante es el ritmo acelerado con el que esta sucederá, un caso muy diferente a los registrados históricamente, y que podría devenir en un escenario poco favorecedor para la fuerza de trabajo humana, de no implantarse las medidas y estructuras adecuadas antes las nuevas responsabilidades y avances, teniendo en cuenta la necesidad de volver a capacitar a la fuerza de trabajo y las fuerzas de trabajo afectadas por los productos.
De acuerdo con el reporte de Hanspal para la WEF “las nuevas tecnologías de automatización ganan más tracción cada año. En 2018, se desplegaron más de 40,000 robots industriales en las fábricas de EE.UU., un aumento del 22% respecto al año anterior”.
Podría haber un desplazamiento de 20 millones de empleos para 2030
Por su parte el informe Future of Jobs del Foro Económico Mundial señaló que las máquinas y los algoritmos contribuirán con el 42% del total de ‘task hours’ en 2022.
“Aunque las compañías tecnológicas están estructurando soluciones rentables y altamente productivas, las consecuencias no deseadas del desplazamiento de la fuerza laboral de las fábricas irán dejando una huella considerable en la economía global”, asegura Hanspal.
Actualmente un solo empleado puede manejar de una a dos máquinas, lo cual en un futuro podría traducirse a 10 o 20 máquinas por individuo ante el acelerado crecimiento del uso de tecnología inteligente y automatización, lo que podría conducir a un desplazamiento de 20 millones de empleos para 2030 según Oxford Economics.
Es cierto, todo esto suena bastante desalentador, sin embargo, es importante ver incluso en estos escenarios la posibilidad de oportunidades.
Hanspal propone: “en lugar de equiparar la automatización con el desplazamiento del trabajo, los fabricantes deberían abordar la modernización como un medio para liberar a los trabajadores de la fábrica para que desempeñen roles más productivos y significativos. De hecho, se pronostica que pueden surgir hasta 133 millones de nuevos roles a medida que las empresas adopten la automatización y descubran nuevas oportunidades para que los humanos trabajen junto a las máquinas y no ser solo reemplazados”.
Esta valoración resulta básica y la clave está en los líderes de las empresas, no solo a nivel industrial, sino en todos los negocios, pues se evidencia la necesidad de preparación, re educación y actualización de los equipos de trabajo, y la adopción de un entendimiento digital que permita promover la comunión hombre máquina de una manera, sí más acelerada, pero también más armónica que en el pasado.
“Este enfoque de capacitación no solo servirá a los trabajadores. También servirá a una población global que se beneficiará de trabajadores empleados por compañías que pueden innovar más rápidamente con una fuerza laboral mejor capacitada”, proyecta la WEF.
«La capacitación continua y la participación plena de los trabajadores» es esencial para los beneficios de la fabricación avanzada «para que se realicen plenamente y se compartan de manera amplia y equitativa entre los trabajadores, los consumidores, las empresas y las sociedades»; afirma el profesor Thomas Kochan de la Escuela de Administración del MIT Sloan en un artículo recientemente publicado.
Como ejemplo se encuentran compañías como Amazon que motivan e incluso ayudan a sus empleados a capacitarse en diversos nuevos skills que beneficien en un círculo perfecto al individuo, sus equipos, nuevos frentes y a la empresa; así como a través de programas que incluso les ayudan a aspirar a mejores puestos y salarios dentro de la organización.
Otras compañías como Stanley Black & Decker, también han comenzado a trabajar en su plan de reskilling para sus trabajadores, comprometiéndose a retener y capacitar a 10 millones de empleados de fábrica para 2030 a través de un programa especial compuesto por las mejores prácticas para educar a los empleados en todos los niveles.
Otras industrias también pueden prepararse para formar parte de estos cambios positivos valiéndose de tres simples factores:
- Research: es fundamental entender el impacto real de la tecnología de automatización para establecer los correctos esfuerzos de actualización. Mantener una línea abierta de comunicación con los clientes puede ayudar a las empresas a monitorear, identificar y rastrear las brechas de habilidades y los requisitos resultantes de la implementación de sus productos
- Partnership: identificar y forjar sociedades con las partes interesadas locales -como escuelas de formación especializada-, puede proporcionar a los trabajadores acceso a programas de capacitación y certificación
- Programas piloto: la sociedad con clientes para implementar programas piloto de reskilling puede proporcionar capacitación práctica sobre el terreno para los trabajadores sobre cómo usar las nuevas herramientas de automatización de manera efectiva
Se cree que el proceso de actualización puede ser difícil para los trabajadores que han tenido una exposición limitada a la tecnología digital, sin embargo, gran parte de la capacitación resulta en gran parte de los casos bastante simple y exitosa; logrando completar su capacitación digital en no más de 60 minutos, incluyendo países donde 10 de cada 11 personas nunca habían usado una computadora.
Inevitable resultará la previsión del desplazamiento de millones de empleados en la década que recién comenzó. Lo importante será el papel y la forma en la que las empresas y las personas mismas, decidan cómo formar soluciones que permitan mantener un equilibrio ante un panorama incierto.