Por Fabián Lira (redacción ISDI)
Si bien la brecha e inclusión de mujeres en el mundo digital y tecnológico, así como de su presencia en puestos de poder y posiciones de toma de decisiones en las principales compañías internacionales, sin dejar de lado el emprendimiento; parece haber tenido un progreso, el avance sigue siendo minúsculo y existe muchísimo trabajo por delante para poder hablar de una igualdad contundente.
De acuerdo con cifras reveladas por la ONU, tan solo el 22% de los profesionales que trabajan en el campo de la inteligencia artificial y la tecnología digital son mujeres, cifra que muchos aseguran es un gran avance, aunque en realidad se traduce en una cifra muy poco significativa que representa un mínimo incremento del 8% del 2021 frente al 2020.
Necesitamos un golpe de realidad, y para ello qué mejor que hablar de número y con data en la mano.
The Commission’s 2021 Women in Digital Scoreboard reporta que “todavía existe una brecha de género sustancial en las habilidades digitales especializadas. Solo el 19% de los especialistas en ICT y alrededor de un tercio de los graduados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres. No hay avances reales, ya que estas cifras se han mantenido casi fijas en los últimos años. La brújula digital ha establecido el objetivo de que la UE tenga 20 millones de especialistas en ICT empleados, con convergencia entre mujeres y hombres, para 2030”.
La brecha es significativamente menor para el uso de Internet y las habilidades de los usuarios de Internet. El 85% de las mujeres usó Internet con regularidad en 2020 en comparación con el 87% del uso de los hombres. Observándose una diferencia de cuatro puntos porcentuales en los indicadores de competencias digitales: 54 % de las mujeres tiene al menos competencias digitales básicas (58% varones), 29% por encima de las competencias digitales básicas (33% varones) y 56% al menos habilidades básicas de software (60% de los hombres) a partir de 2019.
A nivel mundial, sólo el 3% de los CEOs de las 500 empresas más grandes del mundo son mujeres
Los números no parecen alentadores, aunque muchas personas podrían percibir en su día a día que en realidad si ha habido un avance, lo que podría ser solo un espejismo, como lo destaca Jaqueline De Oliveira, Directora de Operaciones de ISDI México.
“Se trata de una percepción engañosa. Considerando que históricamente las oportunidades y el reconocimiento femenino en el campo tecnológico y digital nunca han sido proporcionalmente equitativos, por eso los pequeños avances de la participación de más mujeres en el ecosistema o en puestos de relevancia no pasan desapercibidos. Estamos viendo cada vez más mujeres poderosas en ese campo, incluso hay empresas que establecen como meta incorporar más mujeres en grupos directivos, lo que se hace, se cumple y se aprecia; sin embargo, estamos lejos todavía de tener una equidad ideal”.
Para Silvia Ariza, reconocida y respetada Data Science Manager en el mundo de los negocios y profesora de ISDI; la percepción es la misma y va aun más allá de solo tratar de contratar más mujeres y “dar oportunidades” en puestos clave. Recalco las comillas, por este término que no debería ser normalizado, pues no se trata de hacer un favor, se trata de ser más inclusivos y coherentes con la realidad sociocultural y la evolución natural que deberíamos tener en todos los niveles organizacionales y de negocios.
“A lo largo de los años he visto una ligera mejora en las proporciones de género en roles científicos y de liderazgo. Sin embargo, la brecha es todavía evidente y, desde mi punto de vista, inicia en fases previas, en el fomento de la formación de mujeres en carreras científicas. La falta de representación femenina en disciplinas de tecnología en las universidades se evidencia posteriormente en los corporativos”, asegura Ariza.
Lo que comenta Silvia es completamente validad por estudios. De acuerdo con el análisis del Women in Digital Scoreboard de la Comisión Europea, un estudio para evaluar el desempeño de los países de Europa con respecto a la participación de las mujeres en la economía digital que cubre 13 áreas que incluyen habilidades especializadas, empleo, uso de Internet y habilidades de Internet:
> Solo el 17% de los especialistas en ICT son mujeres.
> Solo el 34% de los graduados en STEM son mujeres.
> Las mujeres en el sector ICT ganan un 19% menos que los hombres.
> 46% (apx) de las mujeres de forma global han reportado haber sufrido algún tipo de discriminación de género en el sector tecnológico.
> En un reciente informe de Atomico sobre la composición de género por título de trabajo para puestos de nivel ejecutivo, el estudio encontró solo UNA directora de tecnología de una muestra de 175.
> 93% del capital invertido por empresas tecnológicas se destinó a equipos compuestos exclusivamente por hombres.
“A nivel mundial, sólo el 3% de los CEOs de las 500 empresas más grandes del mundo son mujeres y un análisis de 22 mil empresas en 90 países demostró que 60% de las compañías no tienen mujeres en sus juntas directivas”, comentó para ISDI, Juana Ramírez, Fundadora, CEO y Presidenta de Grupo SOHIN.
Sin embargo, no todo está perdido tal y como podemos constatarlo gracias a visionarias ejecutivas como Juana Ramírez, quien recientemente fue incluida en la lista de las 100 Mujeres Más Poderosas en los Negocios, elaborada por Grupo Expansión.
El liderazgo femenino en México genera cinco billones de pesos al año
“Las mujeres, las empresarias y las emprendedoras seguimos abriendo puertas, demostrando el valor y el potencial de nuestros proyectos y de nuestro trabajo. Incluso en momentos de mucha adversidad como la pandemia, hay avances y buenas noticias. Hace unos días, se publicó la lista de Las 100 Mujeres + Poderosas de los Negocios de Grupo Expansión, y el liderazgo femenino en México genera 5 billones de pesos al año, equivalentes a una quinta parte del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país. Además, un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), publicado en 2018, señala que el uso de las plataformas digitales nos ha permitido como mujeres tener un mayor acceso a los mercados, al conocimiento y a trabajos con esquemas más flexibles”, puntualizó Ramírez, quien además recientemente participó como mentora y juez en “Escuela Imparables”, el primer reality show para impulsar el emprendimiento de mujeres latinas.
La pandemia abrió caminos importantes para las mujeres emprendedoras, que vieron en la creación de nuevos formatos de negocio y el e-commerce la herramienta perfecta para convertirse en empresarias, sus propias jefas y nuevos y significativos motores para la economía internacional.
“Muchas mexicanas tuvieron que emprender en la informalidad, sin apoyo ni fuentes de financiamiento, pero lo están logrando contra toda adversidad y circunstancia. En ese sentido, estas mujeres están ocupando puestos de liderazgo en sus propios emprendimientos y tengo la esperanza de que estas nuevas realidades nos permitan cerrar nuevamente la brecha de género con el paso del tiempo”, puntualiza Ramírez.
70% de los empleos que se han perdido han sido trabajos de mujeres
Sin embargo, escenario pandémico también fue un golpe duro que impactó considerablemente a la ya desigual fuerza laboral femenina que, además, enfrenta debido al encierro pandémico, una ola acrecentada de violencia doméstica, así como un incremento en cargas y horas de trabajo y cuidado familiar de la mano del home office; todos elementos que sin duda juegan en contra de su posible desarrollo personal y profesional; así lo destaca la CEO de Grupo SOHIN.
“Las tasas de empleo femenino en las plataformas digitales son mucho mayores que en los sectores tradicionales y lo probamos en muchos de los servicios que ocupamos día a día a través de las entregas a domicilio, por ejemplo. Por supuesto, sigue habiendo muchos retos. La pandemia nos pegó de forma desigual a hombres y mujeres, y nosotras fuimos el sector más afectado, pues el 70% de los empleos que se han perdido han sido trabajos de mujeres”.
Pero y entonces ¿cuáles deberían ser los pasos principales que habría que tomar para lograr cerrar más la brecha de género en el mundo digital, tecnológico y puestos de poder y toma de decisión; no solo en empresas grandes, pero incluso desde negocios pequeños, startups y emprendimientos?
Para De Oliveira la respuesta es clara. “Sin duda, apostar en la educación. Hay dos vías principales por las cuales la educación puede ser un elemento crítico para disminuir la brecha del género en el mundo digital; la primera debe de estar dirigida a todos los niveles de educación, donde es posible fortalecer e incentivar la cultura de género y de equidad, motivando cada vez más la participación de las mujeres en la tecnología; y por otro lado, el incentivo a la formación y especialización de conocimientos digitales. Es muy interesante que cada vez más empresas -de todos los sectores y tamaños-, buscan capacitar a su personal, el apoyo que las empresas pueden brindar especialmente a sus empleadas puede hacer una gran diferencia en escenarios futuros”.
Juana Ramírez coincide con que la clave está sin duda en la educación, pero no solo de las mujeres.
“Cambiar nuestra mentalidad es sin duda el primer paso. Transformar nuestra educación y enseñar a niñas y niños nuevos paradigmas de igualdad e inclusión. Necesitamos formar a nuestras niñas no sólo en capacidades, sino en habilidades para que puedan desarrollar su talento y su máximo potencial. Enseñarles a creer en sí mismas y en su capacidad para lograr y alcanzar las metas que se propongan. Y, sobre todo, necesitamos que el gobierno, las empresas, la sociedad civil organizada y las personas comunes nos involucremos en un cambio verdadero que nos permita construir las condiciones que nos garanticen un acceso igualitario a puestos directivos y de poder”.
Para Silvia Ariza, en términos de tecnología se puede resumir en tres simples pasos: Informar, Reconocer y Regular.
“INFORMAR de las verdaderas habilidades que requieren los estudios en inteligencia artificial y tecnología, así como las posibilidades laborales que ofrecen. RECONOCER a las mujeres en fases tempranas de la educación para que conozcan su capacidad para estudiar cualquier carrera, en particular aquellas más estigmatizadas al género masculino, como las STEM y, así poder empoderarlas. Y REGULAR la brecha en condiciones y representación del sector femenino en las empresas y establecer leyes que obliguen a garantizar el cambio”.
Tan solo en 2021 el crecimiento porcentual de mujeres que se acercó, se interesó y decidió estudiar alguna de las formaciones digitales, maestrías como el MIB o el MDA, y programas ejecutivos en ISDI como el DIBEX, aumentaron considerablemente frente a la tasa habitual percibida en años previos, así lo comentó su Directora Operativa, quien además aseguró “estamos viviendo una revolución profesional entre las mujeres que están sacando ventaja de lo digital de forma muy inteligente y estratégica; se están dando cuenta de las ventajas que pueden obtener. Está siendo un proceso lento, pero tengo esperanzas de que cada vez sea mayor”.
Y es que al final, lo principal para formar parte o decidirse a entrar al mundo digital, de inteligencia artificial, blockchain, tecnología, etc; rubros mayormente dominados por los hombres, como lo mencionaba Silvia Ariza, es retarse.
“Inténtenlo. Hay muchas disciplinas y variedad de temas en tecnología, de roles y de corporativos a los que pueden llegar y que es un mundo fascinante. Confíen en ustedes mismas y en su potencial y explótenlo al máximo. Estas carreras las van a retar mucho, pero aprendan a disfrutar esa sensación. Y si lo que buscan es un crecimiento profesional, salir de la zona de confort y exigirse más es la naturaleza humana para seguir mejorando”, afirma Ariza.
Juana Ramírez empatiza con estas palabras. “Necesitamos demostrar que podemos. La mayor barrera que debemos superar es nuestro miedo y nuestra desesperanza. Rompamos las barreras culturales, sociales y familiares a las que nos enfrentamos día a día. Tomen decisiones pensando en ustedes y en lo que quieren lograr en lugar de estar atentas a lo que su entorno espera de ustedes. Tomen decisiones, aunque se equivoquen y sigan intentando cuantas veces sea necesario”.