Por Fabián Lira (redacción ISDI)
Años antes de la pandemia el mundo de la música ya había comenzado a experimentar cambios importantes que empezaron a moldear un nuevo tipo de industria. El ecosistema digital propició una evolución que sigue en desarrollo y que ha abierto las puertas a un sinfín de posibilidades para mucho más que músicos y cantantes. Los podcasts se han convertido en los nuevos rock stars del mundo digital auditivo. Los “artistas” ya no pueden depender solo de las ventas físicas de sus discos, ni de las entradas a sus conciertos (suspendidos por el COVID), hoy en día, las estrellas musicales han tenido que tomar el control de sus carreras, autogestionarse, visualizarse y establecerse como una empresa o negocio auxiliándose del marketing digital.
A este nuevo perfil de artistas digitales se suma el E-Manager, un personaje clave que domina el marketing digital, desde distribuir la música en este escenario, manejar herramientas digitales, hasta controlar los ingresos que vienen desde este espacio y más. Se trata de un manager con responsabilidades aún más interesantes e importantes, que debe controlar el medio online con gran asertividad.
Y es que el juego cambió una vez que nos vimos en confinamiento. La forma de lanzar y promover música y las plataformas para hacerlo cambiaron y crecieron muchísimo. Con el cierre de las salas de conciertos y el sece de espectáculos, las personas necesitaban esa conexión humana, esa sensación extracorpórea que se vive en un concierto rodeado de miles de personas que te conecta con momentos, emociones y sentimientos únicos que a su vez te sirve para generar nuevos recuerdos.
Ante lo anterior, plataformas como Twitch, Instagram, Facebook y Tidal buscaron la manera de brindar a los artistas los recursos necesarios para hacer transmisiones en vivo y conciertos virtuales; convirtiéndose en todo un nuevo nicho a explotar para ellos y que parece es un concepto que no se irá a ningún lado, aun cuando termine la pandemia.
Tik Tok, se consolidó no solo como un canal de conectividad entre personas para compartir videos graciosos, curiosos, divertidos y retos; también se convirtió en la plataforma número uno para descubrir nueva música a nivel internacional, llevando a que artistas nuevos logren popularidad viralizando sus canciones. Así mismo, otros artistas consiguieron que algunos éxitos pasados resurgieran con una fuerza mayor e inesperada, volviéndolos a colocar en el gusto del público, un fenómeno que difícilmente ocurría en tiempos pre pandémicos y que ayudó a dar fuerza a nuevos lanzamientos musicales de dichos artistas e incluso, propició a que lanzaran nueva música aun cuando no lo tenían contemplado, gracias a esta revitalizada popularidad.
El mundo digital está aportando nuevas herramientas de difusión y creación de música que está impactando la industria de una forma positiva, aun cuando existen todavía detractores que prefieren las viejas usanzas. Y es normal, como en todo, es cuestión de adaptabilidad. Ante esto, es importante también destacar las ventajas que el mundo virtual aporta a la ecuación, como por ejemplo:
> Los artistas pueden reducir considerablemente los gastos de giras y conciertos (avión, hospedaje, escenario, etc) ya que una transmisión puede ser global y llegar a todos los países que deseen estando en una sola locación.
> Se reducen los riesgos de cancelación de último momento.
> Pueden capitalizar mejor sus esfuerzos de difusión llegando a más personas con una sola transmisión.
> Los costos para los fanáticos también se reducen pues este tipo de transmisiones aun cuando tienen que pagarse, tienden a ser mucho menos costosas que un boleto en una arena o sala de conciertos, no tienen que transportarse a ningún lugar y pueden disfrutar del espectáculo en la comodidad de sus casas, incluso en ocasiones pueden darle stop y regresar el contenido para revivir una canción, momento o ver algo que se perdieron.
> Ayuda al posicionamiento de marca digital de los artistas.
Pero ¿qué tan viable es crecer tu marca a través del streaming? Quizás es una estrategia un tanto arriesgada para construir una carrera musical, sin embargo, es una forma excelente para generar alcance y nuevos fans. Spotify sigue siendo líder para ello y los podcasts lo saben.
De acuerdo con información de eMarketer, el número de escuchas de podcast incrementó considerablemente entre 2020 y 2021. Tan solo en Estados Unidos la cifra aumentó 10,1% (YoY) a 117,8 millones. Las audiencias jóvenes son las más enganchadas con este formato. Más del 60% de los adultos entre 18 y 34 años escuchan podcasts mensualmente. A medida que aumenta la edad de los oyentes, la audiencia de podcasts disminuye. Sin embargo, se estima que para finales de 2025, habrá más de 144 millones de oyentes de podcasts mensuales solo en EE.UU.
Para los músicos hoy en día buscar y definir nuevas formas de conectar y entablar una relación cercana con sus audiencias a nivel digital puedes significar la diferencia entre seguir vigente y mantener una carrera estable o desaparecer. Buscar despertar emociones, crear y contar nuevas historias en formatos más diversos e innovadores, con un storytelling que permita una complicidad e intimidad de relacionamiento directo con los artistas, sin olvidar la posibilidad de crear arte. Para ello, es fundamental entender cómo las audiencias consumen música. La obtención, gestión y análisis de data es una herramienta clave para que los artistas puedan incluso determinar qué es lo que buscan sus fans en su música y poder crear piezas/contenidos mucho más exitosos.
Un claro ejemplo de la diversidad y forma inteligente de conectar con audiencias utilizando las nuevas herramientas digitales son las colaboraciones de artistas con servicios de streaming. Beyoncé fue pionera con su especial “Lemonade” y posteriormente con “Black is King” para Disney+. Ahora, otros artistas lo están llevando a otro nivel como Billie Eilish con su “Happier Than Ever”, una experiencia virtual para la misma plataforma. O los documentales como “Miss Americana” de Taylor Swift para Netflix.
Spotify, Amazon e Instagram están añadiendo funciones de compra directa. Una función a que tendremos que seguir de cerca pues podría representar una nueva herramienta de potencial capitalización para los músicos.
Sin duda como ya mencionábamos, las colaboraciones han cambiado la industria musical. Ahora es más fácil que los artistas entables conversaciones y planifiquen colaboraciones musicales a través incluso de DMs en Instagram, sin tantas complicaciones o mediadores. Del mismo modo, muchos artistas han logrado ir más allá entendiendo el mercado digital y estableciendo colaboraciones estratégicas con marcas, productos y plataformas. Esto permitió generar nuevas oportunidades de venta y generación de contenido único que los usuarios están amando.
El futuro de la música lejos de ser incierto es prometedor, y ahora de la mano del mundo digital el cielo es el límite.