La respuesta podría estar en la visión de la compañía y la importancia que le da a la manera en la que participa en la evolución de su empresa frente a las tendencias mundiales. Desarrollar este tipo de mentalidad se ha vuelto un requisito de suma importancia para crecer en los mercados internacionales.
La economía ha cambiado drásticamente en el último siglo, convirtiéndose mayormente en un negocio global. La mayoría de las personas adquieren productos y servicios de manera fácil y a larga distancia.
Esto ha ayudado a que las empresas logren expandir sus fronteras en ventas y a llegar a un mayor número de consumidores, forzándose a conocer sus necesidades, formas de comunicación y trabajo.
Para lograr esta mentalidad es necesario que la empresa sea inteligente al observar e interpretar las necesidades de cada segmento.
Lograr adquirir este tipo de inteligencia, conlleva cuestionar puntos importantes como:
- ¿Por qué es importante la visión empresarial?
- ¿Qué es una mentalidad global?
- ¿Cuál es el valor de una mentalidad global? y
- ¿Qué puede hacer tu empresa para desarrollar una mentalidad global?
Estas preguntas ayudarán a entender las necesidades y conocimientos que se requieren, para que los dueños de empresas se conviertan en directivos globales con una perspectiva amplia de todo el mercado.
Un estudio realizado por Ben Kedia y Ananda Mukherji, demostró que los dueños de las empresas tienen diferentes mentalidades para el desarrollo de su organización, algunos van desde defensores de orientación nacional, exploradores y controladores, hasta integradores globales.
Los integradores globales son los que tienen más oportunidad en sectores grandes e internacionales, debido a su mentalidad y al conocimiento que tienen en casi todos los sectores de su especialidad. Permitiendo, de esta manera, que una estrategia significativa integre efectivamente las tres fuerzas globales que deben tomarse en cuenta para desarrollar una mentalidad global:
- Negocios globales
- Presiones regionales / nacionales
- Funciones mundiales
Los dueños de empresas deben tener muy presente estos tres puntos, si es que quieren desarrollar una mentalidad global dentro de ellas. Es necesario tomar las oportunidades y hacer uso de ellas, siempre estando alertas de lo que sucede tanto en la región como en otras partes del mundo.
Una persona con mentalidad global debe entender de política, variables económicas, finanzas, cultura, usos y costumbres.
Estas características deberían crear condiciones para construir una organización mundial caracterizada por la especialización, la interdependencia y la coordinación. Debemos entender que una perspectiva global es un proceso que ayuda a mover a todas las personas dentro de una organización para convertirla en una red global integrada y efectiva.
La mentalidad global es cuando una empresa puede influir en otros su forma de trabajo. Esta definición se relaciona con dos enfoques de cómo desarrollar la mentalidad global:
- Se puede encontrar en individuos con atributos asociados a él. Son empresas que tienen atributos tan buenos que pueden ser compartidos o pueden fomentarlos a los demás
- Cultivar a la compañía con programas de desarrollo en liderazgo y coaching
Lo importante es encontrar la manera de cultivar esta estrategia dentro de una empresa, para conseguir una mentalidad corporativa que permita globalizar a las personas por medio de sus roles.
Detecta las oportunidades y riesgos que inciden directamente a tu empresa cambiando tu mentalidad y la de tu corporación.