Por Fabián Lira (redacción ISDI)
El Metaverso es el tema de moda en todo el mundo, sin embargo y pese a la emoción que puede aparentemente causar, la realidad es que no todos están tan entusiasmados como parece, pues la realidad de su lanzamiento cada vez despierta más emociones encontradas.
Según una encuesta realizada por Axios -compañía de software de investigación de mercado Momentive-, a más de 2,500 adultos en EE. UU., casi un tercio de las personas están más «asustadas» por el Metaverso que «emocionadas”.
Tan solo 7% expresó algún tipo de entusiasmo por la idea de experimentar los mundos virtuales y la nueva forma de interacción con amistades, seres queridos y espacios laborales, sin olvidar destacar los juegos y las ventajas que sin duda se añadirán a este rubro en particular.
58% de las personas aún ven el concepto del Metaverso como una idea lejana la cual tratan con cautelosa indiferencia, y es que como ya habíamos reportado a través de otras piezas de nuestro blog, más del 60% de las personas ni siquiera comprenden del todo el Metaverso, lo cual sin duda ayuda a que el “temor” se propague como suele suceder en todos los casos de desinformación o escases de conocimiento.
El Metaverso asusta a las personas tal como lo hicieran en su momento conceptos disruptivos, revolucionarios e incomprendidos como la televisión, el Internet, la inteligencia artificial y los videojuegos; sin los cuales hoy quizás no podríamos concebir nuestras vidas. Es una reacción psicológica normal que tiene el ser humano ante ideas extrañas o ajenas a la realidad establecida que conoce. Sin embargo, tal como sucedió con los ejemplos mencionados, la clave está en la ADAPTACIÓN.
Dejando de lado lo obvio, es real que existen “temores” válidos que especialistas han comenzado a destacar como lo es el ostracismo y la introspección extrema de los individuos. En las últimas décadas, estudios psicológicos han destacado cómo las nuevas generaciones debido en gran medida a la tecnología, la saturación en redes sociales y la pandemia; han servido como catalizadores para el incremento de condiciones psicológicas severas como la depresión, la ansiedad, esquizotipias, la retracción social, paranoia, el alienismo, fobias, adicciones y falta de empatía.
Todas las anteriores podrían verse 200% más exacerbadas con la llegada y consolidación del Metaverso para 2030. Si bien puede ser una oportunidad fantástica para marcas y productos, podría significar una forma importante de involución socio-cultural.
Simplemente tomemos como base la data que revela que casi dos millones diarios de usuarios en Facebook desarrollan una UPI (síndrome de Uso Problemático de Internet), lo que equivale a aproximadamente un millón de personas con algún tipo de psicosis al verse involucradas en mundos virtuales, en un escenario pre-Metaverso.
La mayor participación en estos nuevos mundos virtuales le quitará el aspecto pasivo a lo digital, potenciando sus efectos adictivos y codependientes, lo cual además de afectarnos a nivel emocional y psicológico, también podría acarrearnos problemas físicos. ¿Recuerdan la tripulación de la nave en la película Wall-E?
El miedo a que la diferencia entre la realidad y lo virtual se desdibuje es uno de los temores latentes entre las personas escépticas al Metaverso. Sin embargo, existe también la otra cara de la moneda, en la que las empresas y marcas temen por su futuro en él.
Es bien cierto que el Metaverso abrirá un sinfín de posibilidades para vender y promocionar productos, servicios y experiencias, pero del mismo modo, el consumo de los mismos podría acelerar su tiempo de engagement y desecho, ¿qué quiere decir esto?, los usuarios experimentarán las cosas de forma más vívida, y si ya de por si los tiempos de atención y uso de ciertos productos se ha reducido dramáticamente, hace pensar que las marcas deberán estar muy activas para idear “the next big thing”, nuevas versiones, nuevas opciones, nuevos features, nuevas ofertas, nuevos conceptos, nuevos productos; con mayor rapidez de la que ya lo hacen hoy día, lo cual podría representar un reto enorme para medianas y pequeñas empresas.
Tal como lo destaca Markus Cartel, profesor de cultura digital en la Universidad de Sidney, las tecnologías del Metaverso, como la realidad virtual y la realidad aumentada se convertirán en los sensores digitales con mayor capacidad para extraer datos que tendremos en nuestros hogares en las próximas décadas.
Lo anterior sin duda ayudará a que tengamos más rápidamente información valiosa que nos ayude a conocer mejor a nuestros usuarios y anticiparnos a sus deseos y necesidades, lo que podría ayudar a subsanar el temor a perder relevancia, vigencia e inmediatez. El éxito en el Metaverso será de quienes aprovechen mejor las oportunidades que brinde el nuevo universo de data.
A medida que más información sobre el Metaverso va surgiendo, es claro que necesitamos informarnos, cultivarnos y educarnos en todos los temas relacionados a él. Por lo que un programa como nuestro Metaverse Executive Program es ideal para comenzar a adentrarnos en el mundo de un futuro que ya comenzó.