Por Fabián Lira (redacción ISDI)
Muchos quizás no lo habían notado, otros quizás comenzaron a percibirlo ligeramente, otros tal vez hasta que lean estas líneas no se habían percatado del hecho que, desde que comenzó la pandemia inevitablemente incrementamos el tiempo dedicado a trabajar en mínimo un 20%.
De acuerdo con un estudio del Instituto de Investigación ADP, uno de cada diez empleados dice que ha estado realizando más de 20 horas de trabajo -no remunerado- por semana. Dicha cifra se duplicó desde el primer tercio de la pandemia.
El reporte realizado con una base de 32,000 empleados de edad adulta de 17 países; asegura que actualmente los trabajadores registran 9,2 horas extra no remuneradas, versus las 7,3 horas registradas en 2019.
70% considera que el trabajo desde casa los hace más productivos
En un mundo ideal, los empleados no tendrían que avisarles constantemente a los empleadores que están trabajando horas extra, ni tampoco mantener esta práctica como algo recurrente; sin embargo, la realidad es que con el trabajo remoto muchas líneas se desdibujaron convirtiendo el trabajo extra en una obligación implícita, parte de una justificación un tanto chantajista ante la nueva normalidad.
El reporte de ADP arrojó que existen casos en los que los trabajadores están destinando estas horas extra para compensar la falta de empleado, por aquellos que perdieron o dejaron sus trabajos. Así como escenarios en los que los empleados simplemente tienen que hacer frente a la desbordante carga de trabajo adicional generada por pandemia.
Se afirma que Estados Unidos experimentó un aumento significativo en las horas extraordinarias no remuneradas, promediando casi nueve horas de trabajo gratuito por semana, un aumento del 125%. Asia y el Pacífico reportan un promedio de casi diez horas de trabajo no remunerado por semana. De acuerdo con la Encuesta de Población Activa 2020, en España se han trabajado 7,2 millones de horas extraordinarias por semana, un repunte histórico en el registro.
Por su parte América Latina reporta las jornadas laborales establecidas por ley más largas. Hay límites semanales de 48 horas en países como Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.
Una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontró que siete de cada 10 mexicanos que realizan home office han experimentado un incremento significativo en la carga laboral, lo que les ha llevado a extender sus horarios de trabajo. Si bien los trabajadores perciben que trabajan más y no están de acuerdo en las horas que pasan haciendo trabajo remoto, el 70% considera que el trabajo desde casa los hace más productivos (reporte OCC Mundial y la Asociación de Internet.mx).
Pero ¿hasta qué punto esta nueva productividad se equilibra con el exceso de trabajo, horas y estrés que eventualmente pueden traducirse en problemas significativos para los empleados y las organizaciones?
El desgaste y otros factores de cultura organización y psico-laboral influirán enormemente en la evolución de los negocios, así como la forma en la que las empresas y sus líderes decidan finalmente estrategizar mejor este fenómeno al que muy pocos están poniendo atención.
Eficientar el home office, crear modelos de capacitación, adaptabilidad al cambio, procedimientos y estrategias de crisis, así como la adopción de nuevos skills y tecnologías de CRM y automatización; son solo algunas de las herramientas que las empresas y sus líderes pueden aprovechar para mejorar sus resultados, sin la necesidad de extender la jornada laboral de sus empleados.
¿Y después de la vacunación qué?
Muchas personas esperan el momento de ser vacunados para por fin volver a su vida laboral normal (whatever that means), pues esto significaría dejar de trabajar tantas horas extra no remuneradas. Sin embargo, otros ven un potencial más positivo en continuar en el modelo de home office.
Según cifras de una reciente encuesta de FlexJobs, 38% estima que ahorraron mínimo $5,000 USD trabajando desde casa durante el 2020. Además, 65% gastó solo $500 USD o mucho menos en suministros de oficina durante ese tiempo.
En el caso de México las cifras son muy similares ya que la gente logró reducir gastos de transportación, comida y gastos de vanidad como ropa nueva, accesorios y peluquería entre otros.
La evolución de las empresas ha llevado a que los expertos aseguren y aconsejen a los tomadores de decisiones para considerar estos ahorros al momento de contemplar la vuelta al trabajo en oficinas; sugiriéndoles consultar a sus empleados y equipos de trabajo sus preferencias en el modelo de trabajo de su elección, ofreciéndoles además nuevas facilidades de actualización y educación para mejorar su skills laborales.