Por Fabián Lira (redacción ISDI)
Con la instauración del home office como la nueva forma de trabajo normalizada para más del 70 por ciento de las industrias y empresas a nivel mundial, se evidenció la falta de habilidades que muchos tenemos para trabajar en ambientes de confinamiento, pero también, subrayó ineficiencias en las formas de trabajar de muchos empleados en ambientes sociales de la normalidad pre pandémica.
Por ello es importante identificar no solo en tus equipos, también personalmente, puntos que en los últimos meses y a futuro se convertirán en factores decisivos a la hora de contratar un talento o ser considerado para una posición.
1. Comunicación escrita
En el home office al menos el 65% de la comunicación diaria se lleva a cabo de forma escrita, por chats, herramientas de mensajería, textos, correos electrónicos, etc. Muchas veces incluso mientras estás en una video llamada, es necesario utilizar el chat de la herramienta que estés usando.
Muchos pueden pensar que por graduarse de la universidad o tener un título, maestría o ser el CEO o directivo de una empresa, tienen un apropiado desarrollo en su capacidad de comunicación escrita, lo cual de acuerdo con expertos es completamente falso. Más del 70% de las personas no tienen una adecuada preparación de escritura y por ende, poseen una carencia desmedida en términos de comunicación escrita.
Una cosa es poder escribir y otra muy distinta es saber escribir con propiedad. Tener la capacidad de aterrizar, explicar y exponer una idea o pensamiento de forma sintetizada, concreta, clara y entendible, con buena ortografía, puntuación, gramática y uso correcto del lenguaje es un hoy en día un arte casi perdido, incluso dentro de industrias donde podría pensarse es indispensable como los medios de comunicación.
Tener un dominio correcto de la comunicación escrita te aseguramos te abrirá puertas que nunca imaginaste y te podría incluso ahorrar muchos problemas y vergüenzas. Siempre es importante que una vez hayas redactado cualquier cosa (desde un mail, carta, documento legal, hasta un simple tweet o post de Facebook), revisa y relee si es necesario tres veces tu texto. Identifica errores, dedazos, faltas de ortografía, aun cuando hayas usado algún software o herramienta de proofreading. Asegúrate además, que el mensaje de tu texto es claro, preciso y que puede ser entendido y digerido fácilmente por un niño o un adulto.
2. Colaboración
Hacer home office no significa trabajar en soledad, recuerda que eres parte de un equipo y como tal de ti depende en muchas ocasiones promover que esa cultura permanezca y crezca. La habilidad de tener una buena comunicación colaborativa y cooperar no solo con los miembros directos de tu equipo, sino también, con equipos de otras áreas es un skill muy valioso que te podrá abrir muchas puertas en la organización en la que trabajas.
Busca la forma de tener un balance entre llamadas telefónicas, video llamadas, charlas por chat y WhatsApp, de esta forma motivas la interacción y evitas la rutina tuya y de los demás.
Ser colaborativo no significa solo esto, como su nombre lo dice, se trata de colaborar. No por estar distribuidos significa que disminuyas tu porcentaje de iniciativa, busca siempre la forma de ayudar a otros en su trabajo, proponiendo soluciones y alternativas que quizás nadie más haya visto o propuesto.
3. Time Management
Si la habilidad de manejar y administrar el tiempo de los demás y equipos completos es un skill muy útil, la capacidad de manejar tu propio tiempo de la forma más eficiente posibles es un skill invaluable en cualquier industria. Existen muy pocas personas con este dominio.
Al estar en home office, estamos expuestos a perder más el tiempo, dado que no tenemos a nadie que nos esté recordando pendientes, juntas o que nos vigilé positivamente para cumplir con nuestros deadlines; lo cual hace más difícil llevar un control adecuado de nuestros tiempos y actividades.
Si se te dificulta administrar tu tiempo, usa aplicaciones diseñadas para aumentar la productividad y controlar tus tiempos de trabajo. Bloquea ciertos momentos del día para usar como momentos de enfoque, donde trabajes en una sola tarea importante a la vez. No te dejes desviar por correos electrónicos o notificaciones de Slack. Intenta trabajar en sprints en los que trabajes durante un período de tiempo, toma un breve descanso y vuelve a repetir el ciclo.
Lo más importante, experimenta para encontrar el método que mejor te funcione.
4. Adaptabilidad
En estos momentos todos los trabajos y todos los proyectos están mutando constantemente a un ritmo inusualmente acelerado. Frustrarse con los múltiples cambios -que muchas veces pasan de un instante a otro- no te va a llevar a ningún lugar.
Ser adaptable a cualquier escenario laboral es una de las nuevas habilidades que más están valorando las empresas. Aquí hablamos de adaptarnos a horarios, pues quizás no todos los miembros de los equipos están en la misma zona horaria y tengas que despertarte más temprano o estar conectado en las noches o madrugadas para una junta o una entrega a cliente.
Cualquiera que sea la situación a la que debas adaptarte, tómalo con calma, mentalízate y prepara tus tiempos y actividades de forma que estos cambios o imprevistos no impacten tu WIP de forma muy negativa.
Recuerda que siempre va a haber cambios y desafíos, lo importante es cómo los enfrentes y cómo priorizas y manejas tus tiempos y responsabilidades para, contra todo pronóstico aun así cumplir y con creces.