Por Mauricio Cabrera
En la entrega anterior les hablamos de los pandepreneurs, que es como calificamos a los emprendedores que ante el encierro y dificultades propias de la pandemia decidieron crear un proyecto. A este respecto, entre los más destacados se encuentran creadores de contenido independientes que aprovecharon la oportunidad y hoy monetizan a través de los productos y servicios que ofrecen a partir de su crecimiento acelerado en TikTok.
Pero dicho modelo, aunque muchas marcas así lo perciban, no es exclusivo de las personas, también aplica para otro tipo de organizaciones, que pueden valerse de las bondades orgánicas que aún hoy tiene el algoritmo de dicha plataforma para generar una audiencia que pueda convertirse en cliente.
TikTok por su naturaleza, es una plataforma diseñada para estar en la parte más alta del funnel. Si bien no es efectiva para realizar -por ahora-, un ejercicio de venta directa, sí se ha establecido como una herramienta muy útil para construir awareness y desde ahí comenzar a derivar hacia otras redes en las que existe más comunicación con el usuario que se transforma en seguidor y de ahí en potencial comprador.
Aunque la idea más generalizada es que la utilidad de TikTok se resume a bailes y bromas, el abanico de posibilidades para construir una audiencia es tan amplio como los nichos y subnichos cubiertos por creadores, especialistas y empresas dedicadas a ellos.
A continuación una serie de ejemplos que, hemos de insistir, apuntan sí al negocio personal, pero también a la posibilidad de convertir para fines corporativos:
Post & Fly
Tarsicio Sañudo ha creado una cuenta en TikTok con más de 350 mil seguidores y 4.1 millones de likes. Su cuenta va de drones y a partir de eso, esta red se ha convertido en su pilar principal en materia de cantidad, incluso por encima de otras redes en las que lleva tiempo trabajando, como en YouTube, donde alcanza 80 mil suscriptores; e Instagram, con más de 47 mil seguidores.
Para monetizar, Tarsicio va más allá de sus alcances como creador de contenidos. En ocasiones, es contratado para realizar grabaciones y producciones especiales con drones; en otras, acude al affiliate marketing para poder probar equipos en los que él confía para recomendarlos a su audiencia y recibir comisiones a ese respecto, ha desarrollado su propia plataforma de video en la que a través del stock que ha generado, puede monetizar por la venta de escenas, e incluso ha creado su propia línea de productos relacionada a Post & Fly.
Juank
En etapa más prematura de monetización, pero con un caso que sirve para desafiar nuestros paradigmas, Juank ha generado más de 850 mil seguidores en TikTok mediante el desarrollo de lo que él llama “comedia deportiva”. Empezó al mismo tiempo que la pandemia, no tenía un seguidor hasta antes de que millones de seres humanos se fueran al confinamiento, y en ese contexto, sin haber acudido a dar cobertura a algún evento dado que estos fueron suspendidos o se realizan a puerta cerrada, ha construido una audiencia semejante a la del ex-futbolista mexicano Luis Hernández, quien pese a recibir difusión de numerosos medios de comunicación y ser tendencia en distintos momentos en Twitter, supera por apenas 45 mil followers a un creador que no ha contado con todo ese mega aparato de propaganda y alcance.
De momento, la monetización de Juank consiste en la publicación de posteos con presencia o referencia a un producto, pero desde ya se plantea brindar asesoría para marcas que decidan aterrizar en redes sociales.
Mariola de la Mora
Si no es suficiente con las referencias que les he presentado, vayamos al éxito de una serie de nutriólogos y nutriólogas que han construido una audiencia a la que de TikTok trasladan a Instagram o YouTube para ofrecer consultas y a partir de eso poder incrementar su potencial de monetización.
Mariola tiene 493 mil seguidores. Es nutrióloga. Combina la creación de contenido en torno a las tendencias virales que se replican en TikTok con la realización de posteos sobre su especialidad. A partir de ese mix, ha creado esta audiencia a la que con frecuencia envía a su cuenta “corporativa” de Instagram, donde incluye llamados para que esos usuarios se conviertan en clientes o, en este caso, pacientes.
Las marcas para aprovechar las oportunidades que representa TikTok han de encontrar el balance entre la marca jurídica y la construcción de una red de creadores, ya sean internos o externos, que contribuyan a crear una comunidad apasionada, identificada con un propósito, para de ahí capitalizar hacia la conversión.