Por Mauricio Cabrera
A estas alturas es difícil imaginar que alguien se haya abstenido de participar en algún tipo de curso o capacitación durante el 2020 y el comienzo del 2021. La pandemia y la adopción de las plataformas digitales como el default que utilizamos para trabajar han llevado a que a los conocimientos que ya teníamos sobre nuestras capacidades, sumáramos una serie de capacidades técnicas para poder desarrollar mejor nuestro trabajo.
A continuación, una serie de habilidades y conocimientos que el mercado está buscando y que tú deberías incorporar para incrementar tus posibilidades laborales de éxito durante el año que comienza:
Soft skills, las más buscadas en los próximos años
En medio del apogeo tecnológico, son las soft skills las que más valoradas son por los reclutadores de talento, e incluso se consideran clave al momento de elegir si una persona es apta para asumir un puesto de liderazgo.
- En ese contexto, el 57% de los directivos, de acuerdo con un estudio publicado por LinkedIn, considera que las soft skills son más útiles que las hard skills.
- Si nos vamos al rubro de los reclutadores de talento, un 94% señala que las soft skills pueden ser más determinantes que la trayectoria en una empresa o el talento de una persona que no ha logrado consolidar sus capacidades humanas en relación con sus semejantes y en su vida diaria.
Cuando nos referimos a soft skills, hemos de ir a la granularidad de cada una de ellas para identificar cuáles son las más valoradas por reclutadores y directivos en un contexto en que resulta clave contar con la habilidad para integrar equipos aún frente a un entorno de trabajo remoto:
1. Liderazgo: la importancia de esta capacidad va incrementando conforme el empleado asciende en el organigrama. Si en un comienzo lo que se valora son las capacidades técnicas para cumplir con determinadas tareas, conforme esa persona va adquiriendo mayores facultades en la toma de decisiones y comienza a tener un equipo que le reporte, el liderazgo se transforma en un must que será constantemente evaluado. Para muchos, ese paso de recibir instrucciones precisas a gestionar equipos resulta un obstáculo insuperable.
2. Colaboración: parece contradictorio, pero en un contexto de distancia ha de procurarse la cercanía, es decir, mostrar capacidades para trabajar con distintas áreas y ser capaz de coordinar ese tipo de esfuerzos para presentar proyectos que no solo se encierren en un área determinada, sino que tengan el valor de transformar a la empresa a partir de la suma de talentos que se pueda reunir integrando recursos humanos bajo un mismo objetivo.
3. Comunicación: si una persona ha de ser elocuente frente a sus compañeros y mostrar capacidades narrativas que contribuyan al marketing interno y externo de los proyectos que esté realizando, la distancia requiere que esa capacidad se multiplique ante el hecho de que la capacidad retórica y de empaquetar visualmente se hace clave al exponer en plataformas de videoconferencias o al estar generando opiniones y retroalimentación en plataformas de gestión de proyectos.
4. Administración del tiempo: para muchos, la falta de un espacio físico determinado para realizar sus actividades laborales ha significado una ausencia de límites para entender cuándo ha sido suficiente, cuándo se está trabajando menos de lo debido y cuándo habría que ponerse a trabajar. Esta capacidad está directamente relacionada a la percepción que se puede tener del trabajo remoto; es decir, una persona que no sabe gestionar su propio tiempo será propensa a descartar el trabajo remoto como una alternativa de su agrado.
Una vez que pase la pandemia se espera que se adopte un modelo híbrido, en el que la gente combinará el trabajo desde casa con el trabajo en un espacio determinado, ya sea en una oficina fija o bien en distintos coworkings.