Por Mauricio Cabrera
Una red social, millones de personas, una cultura destructiva. Y en medio las marcas. Con inversiones que en ocasiones aparecen antes o después de un tuit que está cancelando a alguien, que lo agrede sin más contexto que el de los doscientos cuarenta caracteres. El problema es para la plataforma, que no ha encontrado un modelo publicitario que lo ponga al nivel que supone su audiencia; para los usuarios, que o participan y se desgastan con esa dinámica o como lectores pasivos pasan horas y minutos preguntándose por qué es tan adictivo estar en una plataforma de ataques entre unos y otros aún sabiendo que lo que ahí se genera llama a la ansiedad, al estrés e incluso al desánimo de lo que pueda venir para todos como especie.
La reflexión se había postergado pese a las señales inequívocas de que había que poner manos a la obra para evitar que la desinformación, la manipulación de datos y las aversiones o agresoras diferencias, acabaran provocando un punto de quiebre que nos llevaría a plantearnos qué hacemos en Twitter, cómo queremos que se vea nuestra marca y qué tipo de convivencia queremos impulsar como usuarios.
La procrastinación masiva ha encontrado un deadline obligado tras la suspensión definitiva de la cuenta de Donald Trump tras la toma violenta del Capitolio el pasado 6 de enero. Desde ese día, ¿qué ha cambiado en Twitter?
Aquí algunas señales que contribuyen a señalar hacia dónde podrían apuntar los movimientos estratégicos de esta red social:
Desarrollo de Spaces
La respuesta de Twitter a Clubhouse, que consiste en la generación de salas (rooms en la terminología de plataforma) en audio en vivo, muy a la usanza de los chats de comienzos del siglo, podría tener que ver con algo más que el simple deseo de montarse a una nueva tendencia.
Si lo pensamos, la realización de este tipo de salas detona como primer pensamiento una escalada de la violencia que de por sí se respira en Twitter, pero también puede verse en sentido inverso: la realización de salas representa una oportunidad para que la gente adopte la práctica de generar listas que contribuyan a garantizar que la calidad de la conversación en Twitter se eleve.
La funcionalidad de crear listas se encuentra disponible en Twitter desde hace tiempo pero es una práctica que requería de un detonante como Spaces para en verdad tener una utilidad que fuera más allá de la opción de descubrimiento en el timeline.
Adquisición de Revue
En aras de la calidad de su audiencia y de las conversaciones que ocurran al interior de su plataforma, Twitter ha adquirido Revue, plataforma holandesa de newsletters integrada por cinco personas.
La adquisición apunta tanto a un aprovechamiento natural del modo en que a lo largo de su historia Twitter ha sido empleado como una plataforma de distribución que enviaba textos de largo formato como a elevar la calidad y el enfoque de las audiencias a las que va dirigida.
En conjunto con el lanzamiento de Spaces, Twitter cerraría la pinza para entregar un ecosistema completo a los escritores, que lo mismo podrían tener un botín directo en su perfil para ganar suscriptores a su newsletter como también, a habilitar el que esa base de datos se vincule a los cuartos en Spaces, con lo que, de nuevo, se generaría un muro para aquellos que quieran propagar odio y desinformación.
¿Y qué vendrá para las marcas en Twitter?
Haré un assumption que es respaldado por distintos especialistas: Twitter podría utilizar la red de newsletters que construirá con la adquisición de Revue para incorporarla a su oferta publicitaria, lo que abriría la puerta a que la segmentación resulte más eficiente para los anunciantes al momento de realizar una campaña.Mientras se discuten los límites y parámetros bajo los que han de conducirse las redes sociales al momento de elegir qué es lo que se pública y qué es lo que no tiene cabida, Twitter ha dado un par de pasos sólidos hacia la construcción de una mejor conversación. Que funcione está por verse, sobre todo después de las fallidas incorporaciones de empresas como Vine y Periscope, que teniendo un enorme potencial al momento de ser adquiridas, terminaron desapareciendo.